Entrevista al slugger aguilucho Ernesto Mejía

Cuarto bate y líder jonronero del Zulia

Ernesto Mejía estaba confiado en que 2008 iba a ser el año de su consagración en el beisbol venezolano. Había bateado 21 jonrones en la división clase A fuerte con la organización de los Bravos de Atlanta, además coleccionó 47 dobles, 5 triples y 93 carreras impulsadas. Esos números convencieron a los Navegantes del Magallanes para darle la oportunidad en el cuarto juego de la campaña pasada, encuentro en el cual sufrió una lesión en los ligamentos que lo mantuvo varios meses fuera de la pelota.
"Eso quedó atrás. Ahora estoy concentrado en ayudar a las Águilas, que me han dado una oportunidad", destacó el inicialista que ayer marchaba como colíder de jonrones de la actual campaña, empatado con Maximiliano Ramírez, Mario Lissón y Brian Dopirak, este último ya apartado del torneo.
Mejía no pasa desapercibido. Además de los kilométricos estacazos que truena en la jaula de bateo, sobresale por su estatura. "Las cosas han salido bien. Todo se debe al trabajo. El beisbol es tan difícil que si sales exitoso el 30 por ciento de las veces que vas a batear puedes estar tranquilo. La clave es la constancia y atender las indicaciones de los técnicos", comentó el toletero de 1,98 metros de estatura que al día de hoy exhibe promedio de .313, con 7 batazos de cuatro esquinas y 21 remolcadas.

Zulia confió en la opinión del manager Eduardo Pérez para traer a Mejía en un cambio que envió a Humberto Quintero y a Andrés Eloy Blanco a los Navegantes. "Pérez lo ha visto desde que los Bravos de Atlanta lo firmaron. Ya ha demostrado el poder que tiene y que será de gran ayuda para el equipo", dijo Jorge Urribarrí, asesor deportivo de los rapaces.

Mejía contó cómo fue su debut en el torneo pasado: "En mi primer turno al bate traté de frenar en primera luego de dar el hit y la rodilla me falló. Se rompieron los ligamentos y estuve todo el año en rehabilitación. Perdí casi toda la temporada, pero nunca bajé la cabeza, nunca me rendí. Sabía que debía esforzarme mucho más".

El bateador que ocupa el cuarto lugar en la alineación de los zulianos se mantuvo firme. "Tuve fe en Dios y que todo iba a salir bien. Conocía el caso de otros peloteros que se habían practicado la misma operación y habían salido adelante, y por eso lo tomé de la mejor manera. Hay que afrontar las cosas difíciles con buena cara", contó.
Mejía sabía que podía dar batazos de largo metraje en Venezuela, pero confesó estar sorprendido por el desempeño en estas primeras semanas. "Trabajé mucho en Estados Unidos. Como estuve fuera durante toda la campaña me preocupé por aprender más cosas acerca del bateo, ver más videos. Practiqué mucho a pesar de la lesión y me concentré en los detalles. No imaginé que podía dar tantos cuadrangulares tan rápidos. Pensé que me tomaría más tiempo adaptarme a la liga pero lo hice rápido, aunque debo corregir cosas", indicó. Ernesto se encuentra en medio de una cadena de ocho juegos seguidos ligando de hit en la que ha sumado trece imparables en 34 turnos (.382).

Adaptado de El Nacional.