Amaneció de golpe dentro del equipo Águilas del Zulia y el cuerpo técnico perdió a su pieza más importante, el mánager Eduardo Pérez, quien fue cesanteado por la directiva rapaz.
Apenas tres victorias en 11 cotejos en este round robin, el mal manejo de los lanzadores, el poco liderazgo que impartía y, el detonante: el capítulo bochornoso que se suscitó cuando sacó a Kenny Pérez en plena entrada, provocó la salida del citojense del equipo.
"No sé qué le pasó a Eduardo", confesó el gerente general de las Águilas, Luis Rodolfo Machado. "Perdió el control del equipo y la situación de anoche (anteayer) con Kenny motivó el movimiento".
Ante un disparo confiado del antesalista, que fue considerado error y permitió embasarse a Róbinson Chirinos, el mánager decidió sustituirlo en la quinta entrada por Mario Lissón. Ésto provocó una fuerte discusión entre los dos Pérez, a la vista de todo el público, dejando en evidencia el mal momento por el que se atraviesa en el clubhouse rapaz.
"Fue una acción muy poco profesional de su parte. Quizás Eduardo lo consideró pertinente, porque Kenny ya traía tela que cortar con respecto a su defensa, pero tampoco merecía ser sacado así. Le faltó el respeto", sostuvo el gerente.
Luego del encuentro, la idea de cesantear al estratega fue lo más prudente para Machado, quien lo planteó en una reunión con parte de la directiva, donde estuvo el asesor deportivo Rubén Amaro, y los hijos de Lucas Rincón, y se aprobó la moción.
En la mañana de este jueves Kenny y Eduardo Pérez indicaron que el episodio antes descrito fue un "malentendido" y que la sustitución del jugadoir habría obedecido al interés de cuidar su codo derecho lesionado, lo que asintió el jugador.
Adiós
Analizando el béisbol como un negocio, son comunes las entradas y salidas de mánagers según lo decida la directiva. Sin embargo, fue la manera en que se le comunicó al estratega su despido lo que causó escozor dentro del seno rapaz.
"Pauté una reunión con Eduardo y Rubén Amaro lo llamó para citarlo. Cuando preguntó para qué era la reunión, Amaro le dijo que era porque estaba despedido. Estoy claro que no fue la mejor manera de decírselo. Una reunión era lo ideal, pero ya el daño estaba hecho. Comprendo que no haya querido escuchar nuestros motivos".
El gerente general y ex mánager de Águilas entablaron comunicación, lo que permitió limar asperezas y aclarar el malentendido. "Todo lo hice para proteger su integridad física. Tengo un compromiso con el equipo, el mánager, los técnicos y jugadores. El ambiente estaba muy tenso y pudo terminar mal".
El gerente en ningún momento ocultó su pesar por la salida de un bastión del equipo, como lo fue Eduardo Pérez y recordó que "no todo fue su culpa, sólo que los resultados no se dieron".