Las novatadas de Eduardo

Ricardo Graterol.

Nada mejor para medir el talante de un manager que un juego apretado como el de hoy. Es en este tipo de duelos donde sale a relucir un buen estratega, un manager que sabe mover y utilizar sus piezas con sapiencia y al que no se le escapa ningún detalle. Lamentablemente el joven piloto zuliano no ha llegado a ese nivel y hoy lo demostró nuevamente.
Es verdad que el manager no batea, no pitcha y no corre, pero si decide quien lo hace en los momentos decisivos de un partido y eso es clave. El dejar a Quiroz corriendo en primera en el noveno con el juego empatado fue un error garrafal que le costo el juego a Pérez. No hay explicación alguna para dejar a tu catcher, un hombre pesado y lento, que lleva todo el día agachado detrás de home, corriendo en primera, cuando puedes y “debes” usar un emergente rápido que, ante un batazo como el doble de Henry Rodríguez, va a anotar casi con seguridad. Eduardo no sacó un emergente a correr y Quiroz fue esperado en la goma para el tercer out.
Por otro lado Eduardo Pérez sigue empecinado en querer llevar a sus abridores demasiado lejos y hoy lo hizo de nuevo con Totten. Las ocho excelentes entradas eran más que suficientes para el estelar derecho, al cual no se le puede pedir más. Hay que tener en cuenta que era un juego de día, a pleno sol, y aunque no era en Maracaibo, en Caracas también hace calor, eso no es Nueva York en invierno señores, el derecho estaba agotado y solo su temple de guerrero lo mantenía dando el todo por el todo por el equipo. No había necesidad de forzarlo, Chris Hernández no había lanzado ayer, estaba descansado, por que no usarlo. Si vas a perder el juego, hazlo con tu mejor relevista, quien viene fresco del bullpen y al que no le han visto sus pitcheos.
Y como dice el viejo axioma, el béisbol castiga. Ojala y esta derrota de hoy no nos pese al final. A pasar el trago amargo y mantener el optimismo. Saludos.